Apenas peregrino la vida me hizo apuestas
y fué mi desafio la armada con sus gestas.
Partí rumbo a la base con claros objetivos
y de los desertores no escuché los motivos.
Claro que por creerme el simbad de los mares
corrí por las espinas de campos militares.
Con guardias y tareas va terminando el cuento,
cuento que,tristemente,pasó a ser mi tormento.
Por fin llegó aquel día,eran tiempos de hazaña,
y en mi barco soñado, mi instinto que me engaña.
Se llamaba rosales la corbeta caoba,
donde dejé mis sueños a merced de una escoba.
Hermoso, amigo quiero acompanarte en esa hazana.....hermoso...
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