Amor dormido es el amor pacato,
sin sol de día, fuego ni aventura,
tiene en desmedro página segura,
tiene cordura y tanta no es sensato.
Es un candil avaro el casi ciego
donde convergen magia y mala vida,
que con su llama débil y encendida
lleva el cortejo lúgubre del fuego.
Y débil arde donde ya no hay llama,
en las cenizas de su desvarío,
el flaco abrigo seco de su rama,
llevó su verde luto al árbol frío,
y al lecho umbrío y mustio de la cama
pupilas rojas y corazón vacío.
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